martes, 17 de mayo de 2011

La relación de la depresión con la sociedad.


La depresión no solo constituye un problema médico, sino que paralelamente forma parte de un fenómeno social.

Se conoce que la separación matrimonial, el status de divorciado,la pertenencia a clases inferiores, la inadecuada situación socioeconómica, la inestabilidad laboral, el vivir aislado del centro urbano, las dificultades en el ámbito laboral o familiar, constituyen causas sociales para la aparición del trastorno. ¿Y estas, no están ligadas a la sociedad? Por un lado algunos autores opinan que la pertenencia al sexo femenino es uno de los principales riesgos demográficos para la depresión; otros plantean que la clase social, el nivel cultural y la raza no se han vinculado claramente con la depresión.

El hombre vive y actúa movido por el interés de satisfacer sus necesidades, desde los más simples o elementales hasta los más complejos de carácter espiritual, pero a la vez el hombre plantea problemas en la medida en que interactúa con el resto de la sociedad y así surgen interrogantes de cómo vivir, cuál es el sentido de la vida e incluso si vale la pena vivir o no.

Esto ocurre con incidencia mayor en países con regímenes capitalistas y donde la pobreza está presente azotando a la población, con un enfoque metafísico del mundo, donde no se ven los problemas del individuo de forma integral, coherente y global. ¿Cómo se explica que exista depresión por causas del alcoholismo?, si lejos de crear programas preventivos y rehabilitatorios, se estimula a la ingestión del tóxico, incluso con propagandas y filmes, que independientemente que hospitalice al individuo, le incida en el seguro de vida e imponga el tratamiento de última generación, no logra una mejoría óptima ya que no actúa sobre el factor de riesgo que es el consumo.


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