miércoles, 30 de marzo de 2011

Prevención de la depresión

La mejor prevención para no caer en el pozo de la depresión (en todas las edades) es el ejercitamiento de un corazón consciente y generoso. Cuando se trabaja no por el propio beneficio, sino por el bien de toda la humanidad, y uno recorre el camino más adecuado para él, es bien difícil que se presente la depresión, sobre todo en sus formas más severas.

Teniendo esta idea tan esencial presente, además, la prevención puede basarse en la detección precoz y la modificación de los factores de riesgo, que hemos citado en este espacio, para la depresión en las personas mayores.

Se pueden dividir estos factores en tres diferentes categorías: factores relacionados con la salud, factores sociales y factores personales de vulnerabilidad. Aun cuando la prevención es a menudo una tarea de difícil realización, presentamos algunas sugerencias al respecto que puedan ser de utilidad:

a) Factores relacionados con la salud física.

El diagnóstico precoz y tratamiento adecuado de las enfermedades físicas, a veces difícilmente detectables en esta población, así como la mejoría en el recorte de la funcionalidad y habilidades de autocuidado, puede tener un buen resultado en la disminución de la depresión asociada a las enfermedades.

Cuando surgen condiciones como éstas, debería evaluarse si los pacientes presentan un perfil de riesgo para la depresión, analizando la posibilidad de incluirlos en grupos de prevención. De cualquier manera, se puede actuar sobre la interpretación, significado y afrontamiento a la enfermedad, así como la superación de las limitaciones objetivas que vayan asociadas a ésta.

El adecuado enfrentamiento al dolor, la implementación de actividades gratificantes, la interpretación de las causas relacionadas con la enfermedad, las conductas de queja, el
comportamiento de la familia ante las conductas relacionadas con la enfermedad, las habilidades de solución de problemas relacionados con el recorte de la funcionalidad, pueden ser tópicos a evaluar y a entrenar desde un punto de vista adaptativo para disminuir la probabilidad de desarrollar un episodio depresivo.

Asimismo, limitar el recorte de las actividades sociales y el exceso de autoatención negativa a los síntomas, al dolor y a los problemas, pueden ser intervenciones interesantes en este sentido. La población de riesgo incluida en este grupo no sólo serían aquellos pacientes con enfermedades físicas graves sino también aquellos otros con enfermedades severamente limitantes (desde un punto de vista objetivo) en su autonomía funcional (pacientes con deficiencias sensoriales, cognitivas, minusválidos físicos y psíquicos, etc.) o subjetivamente limitantes para el paciente por su inadecuado enfrentamiento al dolor o a los síntomas.

Asimismo, puede ser de interés el entrenamiento de los profesionales de la salud (médicos de asistencia primaria, personal de enfermería) en detección precoz de los factores de riesgo señalados; estos profesionales se relacionan habitualmente con estos pacientes y pueden recomendar la necesidad de una intervención para disminuir la probabilidad de que acaben desarrollando un episodio depresivo. Este personal debe considerar también que en muchos casos los pacientes no hablan de sus problemas emocionales por lo que el aumento de los conocimientos acerca de las formas externas de manifestación de la depresión puede ser de crucial importancia.

b) Factores sociales.

Es importante señalar la relevancia, para la prevención, del desarrollo de programas de apoyo social, con actividades gratificantes como viajes, juegos, fiestas, visitas culturales, etc. tal y como las que se desarrollan en los Centros de Mayores. Los centros residenciales para personas mayores presentan ventajas e inconvenientes que hay que evaluar con cuidado.

Hay que contemplar la participación en cursos, actividades deportivas o culturales e, incluso, en la propia organización, diseño y puesta en marcha de estos programas que facilitan el desarrollo de relaciones sociales y de actividades placenteras, actuando como voluntarios en organizaciones humanitarias, dando clases de alfabetización o de pintura, o realizando talleres de escritura, etc. en los casos en que su formación y conocimientos se lo permitan. De este modo, la formación de un grupo de apoyo social, un confidente íntimo, el desarrollo de nuevas amistades, etc. ayudarán a disminuir la probabilidad de riesgo para la depresión.

Por otro lado, la ayuda económica a los pacientes con más problemas financieros puede ser útil en igual medida. En este sentido, los programas sociales de ayuda a domicilio, por sí mismos (ayuda en el cuidado primario y en las actividades cotidianas de la casa) y por el apoyo social y la disminución de la soledad pueden ser también de gran importancia. Así, es quizá de igual interés que los pacientes necesitados puedan acceder a las vías de información adecuadas ya que también puede suceder que estos pacientes no conozcan la existencia de estos programas. En este caso, los sujetos con mayor riesgo de desarrollar una depresión pueden ser los viudos con una historia de depresión anterior y los esposos de víctimas del suicidio.

Por otro lado, los profesionales de la salud y de los servicios sociales, entrenados en la detección de los factores de riesgo, pueden informar a las personas mayores de las posibilidades de ser atendidas en servicios de salud mental y de la existencia de los diferentes programas que las instituciones públicas (como el IMSERSO) o privadas realizan con diversos objetivos.

c) Factores personales.

Estos factores incluyen la historia de episodios previos de depresión, la vulnerabilidad cognitiva o conductual que puede concretarse de diferentes formas.

A nivel conductual, estos factores pueden concretarse en un déficit de actividades gratificantes, en un recorte de habilidades sociales, asertivas, de solución de problemas, así como conductas de pasividad y evitación de las responsabilidades personales o contactos sociales, entre otros. La evaluación de estos factores debería hacerse en el momento de llegar a una edad avanzada y sufrir alguna situación estresante de las conocidas que puede actuar sobre la vulnerabilidad cognitiva tal y como se ha comentado en el tema de los modelos teóricos.

Se entiende que éste es un objetivo de difícil cumplimiento, pero quizá sería de interés poder tener en cuenta esta recomendación para aquellos casos en que sea posible. De nuevo el entrenamiento en detección de estos factores de vulnerabilidad por parte de los profesionales que se relacionan con frecuencia con esta población podría ayudar en estos objetivos.


d) En la literatura especializada también encontramos que existe una población de personas mayores con especial riesgo de sufrir un cuadro de depresión, nos referimos a los cuidadores primarios de pacientes que sufren algún tipo de demencia y que pertenecen a su círculo íntimo.

El desarrollo de grupos de formación interior, de autoayuda y de prevención puede recomendarse especialmente en esta población. Asimismo, las personas mayores que presentan cuadros adictivos como el alcoholismo sufren de un mayor riesgo para el suicidio y los síntomas de depresión y también deberían recibir una atención especializada al respecto.

Para terminar, parece claro que un objetivo tan complejo como la prevención necesita de un conocimiento adecuado de todos los factores de riesgo en los diferentes niveles de intervención y un análisis detallado de las poblaciones de riesgo, así como esfuerzos comunitarios y entrenamiento en profesionales expertos en prevención.

La prevención siempre es una tarea difícil que requiere inversiones económicas en la formación de profesionales, en el diseño y puesta en marcha de programas de mejoría en la calidad de vida (incluyendo desde programas de entrenamiento en memoria hasta la realización de viajes o visitas culturales, programas dirigidos a que la sociedad cambie sus tópicos y sus conductas y actitudes negativas hacia la vejez, etc.), programas de preparación a la jubilación (como los que ya se están haciendo en algunos países occidentales), objetivos todos ellos a veces difícilmente alcanzables.

Por último, debe comentarse que estas ideas suponen sólo una breve introducción a un tema del que faltan aún conocimientos, estrategias y programas validados especialmente dirigidos a la tercera edad, aun cuando ya existen algunos para la población adulta.

¿ como experimentan los niños y los adolescentes la depresión?

Un niño con depresión puede fingir estar enfermo, negarse a ir a la escuela, aferrarse a un padre, o preocuparse de que uno de sus padres pueda morir.

Los niños mayores pueden estar de mal humor, meterse en problemas en la escuela, ser negativos e irritables, y sentirse incomprendidos. Como estas señales pueden percibirse como cambios de ánimo normales típicos de los niños mientras avanzan por las etapas del desarrollo, puede ser difícil diagnosticar con exactitud que una persona joven padece depresión.
Los adolescentes que presentan baja autoestima, que son muy autocríticos o que perciben poco sentido de control sobre los acontecimientos negativos presentan un riesgo particular de deprimirse cuando experimentan vivencias estresantes.

Las niñas adolescentes presentan el doble de posibilidades de experimentar depresión que los niños. Los antecedentes de depresión en la familia hacen más propensos a los niños a padecer este trastorno.

Los eventos o situaciones sobre los cuales un niño o adolescente siente poco control pueden causar depresión:

Agresión o acoso en la escuela o en otra parte

Abuso o maltrato infantil, tanto físico como sexual

Enfermedad crónica

Dificultades de aprendizaje

Habilidades sociales deficientes

Acontecimientos estresantes de la vida, en particular la pérdida de uno de los padres por muerte o por divorcio

Atención inestable

En general, la depresión puede cambiar o deformar la forma como los adolescentes se ven a ellos mismos y a sus vidas, así como las personas en torno a ellos. Los adolescentes con depresión por lo general ven todo más negativamente y son incapaces de imaginar que cualquier problema o situación se puede resolver de un modo positivo.

Enlaces:
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/001518.htm

http://www.nimh.nih.gov/health/publications/espanol/depresion/c-mo-experimentan-los-ni-os-y-los-adolescentes-la-depresi-n.shtml

Videos:
http://www.youtube.com/watch?v=2BaRlKKo0Gs&feature=related

http://www.youtube.com/watch?v=HpjiAX008IE&feature=related
http://www.youtube.com/watch?v=uo2B_3C5hiQ

Como tratar la depresión

martes, 29 de marzo de 2011

¿Como surge y se trata la depresión?


-Surge con una cantidad de emociones acumuladas que de repente estallan por cualquier evento que sea negativo y es cuando se siente un bajón que puede prolongarse por días, meses, años... dependiendo de las circunstancias y de la actitud.
Los síntomas pueden ser apatía o desgano de hacer las cosas que normalmente se hacen, como estudiar ir al trabajo, visitar a tus amigos... además llegas a sentir que todo puede molestarte o que todo esta contra ti.


¿Como Tratar la depresión?

-El primer paso para obtener el mejor tratamiento contra la depresión es consultar a un profesional de la salud mental, que puede ser un psiquiatra o un psicólogo. Al mismo tiempo, pídale a su médico de cabecera que le haga un examen físico. Ciertos medicamentos, así como algunos trastornos de la salud (tales como las infecciones virales) pueden provocar los mismos síntomas que la depresión, y el médico podrá determinar si están presentes en el examen físico.

Tipos de Depresion

Trastorno depresivo mayor: se manifiesta por una combinación de síntomas (vea la lista de síntomas) que interfieren con la capacidad para trabajar, estudiar, dormir, comer y disfrutar de actividades que antes eran placenteras. Un episodio de depresión muy incapacitante puede ocurrir sólo una vez en la vida, pero por lo general ocurre varias veces en el curso de la vida.

Concepto de distimia depresiva (trastorno distímico)

Otra depresión se conoce como Distimia, de unas palabras griegas que significan "humor perturbado", es uno de los trastornos más abundantes en nuestros tiempos. Se emplea el nombre de distimia para calificar una alteración del estado de ánimo que también se denomina con otros nombres:

-Depresión menor. Es un nombre engañoso, pues, aunque los síntomas sean en menor cantidad o intensidad que en una depresión mayor, su permanencia en el tiempo suelen causar malestar significativo a las personas.

-Depresión neurótica. Nombre hoy en desuso. Se refiere a una antigua clasificación en la que los "trastornos neuróticos" eran definidos como "de origen psicológico".

-Depresión crónica. Es una definición que carga el acento en la duración del proceso. Pero también el trastorno depresivo mayor puede ser crónico, y es muy distinto de la distimia.


-Trastorno bipolar o trastorno maniaco depresivo: antiguamente como psicosis maníaco-depresiva, es el diagnóstico psiquiátrico que describe un trastorno del estado de ánimo caracterizado por la presencia de uno o más episodios con niveles anormalmente elevados de energía, cognición y del estado de ánimo. Clínicamente se refleja en estados de manía o, en casos más leves, hipomanía junto con episodios concomitantes o alternantes de depresión.

martes, 22 de marzo de 2011

¿Cómo experimentan los hombres la depresión?


¿Cómo experimentan los hombres la depresión?




Los hombres experimentan la depresión de manera distinta que las mujeres y pueden enfrentar los síntomas de diferentes modos. Los hombres tienden más a reconocer que sienten fatiga, irritabilidad, pérdida de interés en las actividades que antes resultaban placenteras, y que tienen el sueño alterado, mientras que las mujeres tienden más a admitir sentimientos de tristeza, inutilidad, o culpa excesiva.
Los hombres tienen más probabilidades que las mujeres de acudir al alcohol o a las drogas cuando están deprimidos, frustrados, desalentados, irritados, enojados, o a veces abusivos. Algunos hombres se envician al trabajo para evitar hablar acerca de su depresión con la familia o amigos o comienzan a mostrar un comportamiento imprudente o riesgoso. Y aunque en los Estados Unidos, son más las mujeres que intentan suicidarse, son más los hombres que mueren por suicidio.

martes, 1 de marzo de 2011

¿Cómo se produce la depresión?

La depresión suele producirse ante situaciones difíciles de nuestra vida, por fracaso en los estudios, fracasos amorosos, o por enfrentarnos a situaciones especialmente estresantes:
  • Enfrentarnos a etapas nuevas de independencia y libertad, con lo que dejamos de tener la protección que teníamos antes en casa.
  • Problemas en la familia, como separaciones o divorcios.
  • Elecciones que tienen que ver con el futuro.
  • Ruptura de pareja.

Muchas veces no parece haber un desencadenante único para experimentar episodios depresivos, sino que pueden llegar a ser el cúmulo de varias experiencias a lo largo de nuestra vida, que de repente y sin un desencadenante específico que podamos reconocer, acaba terminando en un estado de depresión.

Enlace: http://www.psicologodepresion.com/
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¿Por qué las mujeres son más propensas a deprimirse?


¿Cómo experimentan las mujeres la depresión?



La depresión se da en la mujer con una frecuencia de casi el doble que en el hombre.

Los factores hormonales podrían contribuir a que exista esta diferencia tan notable, ya que pueden aparecer síntomas depresivos en momentos determinados del ciclo menstrual, durante el período posparto, o con la llegada de la menopausia.

Sin embargo, los factores hormonales también suelen ir acompañados de factores sociales, psicológicos o culturales. Es más frecuente hoy en día que una mujer que acaba de dar a luz se angustie por el hecho de tener que compaginar el trabajo con la maternidad. O que a la llegada de la menopausia se le una la salida de los hijos del hogar, y esto haga que aparezcan con más facilidad sentimientos de tristeza y de falta de apoyo, debido al cambio del rol materno.

Además, está comprobado que las mujeres tienen una forma diferente de afrontar los problemas, y esto hace que haya una tasa mayor de mujeres diagnosticadas con depresión que hombres, ya que acuden más a las consultas de psicología, al tener más facilidad a la hora de expresar sus emociones y al ser más propensas a buscar ayuda cuando tienen un problema.

Enlace: http://www.psicologodepresion.com/
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Causas de la depresión

¿Cuáles son las causas de la depresión?

No existe una sola causa para la depresión. La depresión puede estar causada por uno o varios factores. Algunas personas tienen mayor probabilidad de tener depresión que otras. Hay diferentes razones que explican las causas de la depresión:


[*] Herencia: Existe un mayor riesgo de padecer de depresión clínica cuando hay una historia familiar de la enfermedad, lo que indica que se puede haber heredado una predisposición biológica.
Este riesgo es algo mayor para las personas con trastorno bipolar. Sin embargo, no todas las personas que tienen una historia familiar tendrán la enfermedad.

[*] Factores Bioquímicos: Se ha demostrado que la bioquímica del cerebro juega un papel significativo en los trastornos depresivos.
Se sabe, por ejemplo, que las personas con depresión grave típicamente tienen desequilibrios de ciertas substancias químicas en el cerebro, conocidas como neurotransmisores.

[*] Situaciones estresantes: Muerte de un familiar próximo o de un amigo, una enfermedad crónica, problemas interpersonales, dificultades financieras, divorcio pueden ocasionar
síntomas de depresión que sostenidos a lo largo del tiempo pueden desencadenar en una depresión clínica.

[*] Personalidad: Las personas con esquemas mentales negativos, baja autoestima,
sensación de falta de control sobre las circunstancias de la vida y tendencia a la preocupación excesiva son más propensas a padecer de depresión.

Enlace: http://www.respuestasaladepresion.com/causas/causas.php
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Síntomas de la Depresión